lunes, 31 de diciembre de 2007
de mal en peor
En realidad la culpa es mía, por cabezón, por tozudo, por pensar que esta vez sería distinto. A veces tener fe en uno mismo no basta, a veces el exceso de fé en uno mismo ciega. Hay errores de los que se aprende y hay veces en las que aunque hayas aprendido por las malas, uno se empeña en repetir el camino esperando que esta vez las cosas sean diferentes, mierda para la esperanza esa que se pierde al final. En fin, feliz año.
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