sábado, 17 de febrero de 2007

una historia

Truenos en la distancia anunciaban la pronta llegada de la lluvia. El cielo, de un gris plomizo, también prometía descargar su llanto terrible, y el viento caliente que revoloteaba en su pelo, completaba el retrato de la inminente tormenta.
Aceleró el paso, no le apetecía nada mojarse y mucho menos estar en campo abierto cuando los relámpagos hicieran acto de presencia sobre su cabeza, no es que les tuviera especial miedo, sin embargo, había visto hacía poco en el canal Discovery la estadística de muertos a causa de un rayo, pasar a formar parte de ella no entraba entre sus prioridades, y menos en aquel momento de su vida, ahora que todo iba más o menos bien.

Un impacto en su mejilla le hizo parpadear - empieza a llover- pensó. La primera gota le habia caido en plena cara. En un gesto automático se pasó la mano por la mejilla izquierda para secarse, pero al mirarse los dedos lo que vió no fue agua sino un extraño líquido de color ocre. Se llevó los dedos a la nariz, no parecía agua y desde luego su olor tampoco inducía a pensar que fuese agua...


¿sigo? xd